Algo que debe saber cualquier persona que desea navegar sin dejar rastro, es que hacer de la navegación algo totalmente privado es imposible. Este es un concepto que debe quedar claro ya que aun usando todas las herramientas que a continuación se explicarán, nadie debe de creer que por ello, podrá escaparse a la mirada de la máquina.
Hay un montón de usos para las etiquetas RFID, pero ninguno de ellos, dicen, te debe preocupar en relación a tu privacidad. Tu nevera podrá enviar su contenido al supermercado para que lo tengan en cuenta a la hora de estudiar los "stocks”, y tu televisión podría programarse para que retransmita publicidad según el contenido de tu despensa...
… Todo es muy cómodo. Nunca debemos olvidar tomar nuestro soma.
De todos modos cuando hablemos durante esta guía del hecho de navegar de la mejor manera posible, lo haremos diciendo que es anónima. Aunque pueda parecer que es una contradicción, va a ser una forma en la que nos entenderemos.
Para aprender cómo podemos llegar a viajar por la red intentando no dejar rastro, hay varios conceptos que deben quedar claros, ya que son estos los que deberemos evitar. Lo primero que hay que saber es que cuando navegamos por la red, lo hacemos llevando "encima” nuestro una IP (en el siguiente artículo se entenderá mejor qué es). Otra manera en la que podemos ser rastreadas es mediante las cookies (estas ya hemos visto en la sección de Firefox como podemos evitar almacenarlas).
Antes de explicar cómo funciona el rastro que deja una persona cuando navega por internet hay que entender bien qué es y cómo funciona una cookie.
Una cookie es información que un sitio web almacena en tu ordenador mediante el uso de un navegador o explorador de internet. Una cookie permite que los sitios web registren tus actividades de navegación en internet – como por ejemplo, cuáles son las páginas y contenidos que has estado mirando, cuándo los visitaste, qué buscaste, y si hiciste clic sobre algún anuncio. Los datos recolectados por las cookies se pueden combinar para crear un perfil de tus actividades en Internet... Leer Mas...
Si alguna persona no entendió muy bien por qué se tenía que configurar el buscador Firefox, o cualquier de ellos, para estar en navegación privada, suponemos que con esta aclaración habrá quedado claro que hay que evitarlas siempre que se pueda. Aun así como ya se ha comentado, nada es seguro, y para mostrar un ejemplo, el periódico Wall Street Journal destapó un escándalo en el que estaba inmerso Google, en el que se demostró que este buscador hizo una instalación fraudulenta de cookies en el explorador de internet Safari de Apple, es decir, en cualquier dispositivo iphone, ipad o mac. El problema más grave de este escándalo reside en que Google uso códigos que trucaron el software del explorador Safari, instalando las cookies incluso a usuarios que habían optado por la opción de no compartir las cookies de terceros (third- party cookies).
Ahora vamos a ver parte un artículo encontrado en la red donde se explica bastante bien el tema de las IP, para entender mejor los programas que aparecen en las próximas páginas.
"Muchas personas piensan que Internet es impersonal y que con borrar el historial de navegación de nuestro navegador hemos conseguido no dejar rastro en Internet de lo que hemos hecho. Nada más lejos de la realidad. Veamos dónde se va quedando el rastro de lo que hacemos por Internet.
Todas las peticiones que lanzamos a Internet desde nuestro ordenador, ya sea navegar por una página web, conectarnos a un ftp o intentar conectarnos a un messenger, deben salir con una dirección IP de origen, dirección indispensable para que los paquetes puedan localizar nuestro ordenador a la vuelta de la petición y entregarnos lo que solicitamos.
La dirección IP es como nuestro d.n.i. en la red, ya que si existiera un solo duplicado, ambas máquinas con la misma IP estarían incapacitadas para utilizar la red (el enrutamiento de la red no sabría a cuál de las dos máquinas enviar los paquetes de datos). La IP es un número del tipo 88.31.165.165
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