En el Tutorial anterior donde se explica detalladamente como cifrar mensajes para una comunicación privada y segura, hemos visto que lo único que hacíamos con Kleopatra era descargarlo, instalarlo y listo. En ningún momento lo hemos usado y puede que a algunas les haya pasado por la cabeza que quizás no era necesario. Digo esto porque a mí me pasó.
El motivo de que no lo usáramos es que aunque no haga falta abrirlo, en realidad es él quien gestiona el cifrado de los mensajes. Del mismo modo que cuando estamos en Thunderbird y abrimos el administrador de llaves vemos las claves públicas y privadas que tenemos guardadas, si abrimos Kleopatra vemos que también las tenemos ahí, además de que podemos crear nuevas llaves públicas y privadas, importar nuevas claves o buscar certificados en los servidores de llaves.
En este caso vemos que es muy similar a Enigmail en cuanto a herramientas y utilidades. Debemos pensar que aunque no tuviéramos Enigmail podríamos enviar mensajes cifrados.
Bastaría con abrir un archivo de texto como LibreOffice Writer, cifrarlo y mandarlo como adjunto en un correo normal sin cifrar.
Básicamente es lo que vamos a mostrar en este Tutorial. Debo reconocer que mis conocimientos sobre informática y más detalladamente en estos temas son muy limitados. Es por este motivo que para mandar un archivo adjunto cifrado, lo que hacemos con Thunderbird, al no haber indagado acerca del cifrado tipo S/MIME, utilizo Kleopatra para poder hacerlo. Seguro que hay otras formas, pero os mostraré la que conozco y que es bastante fácil.
No vamos a explicar cómo se instala ya que lo hemos visto en el capítulo de Thunderbird, pero sí vamos a ver cómo enviar esos adjuntos. Lo único que debemos tener en cuenta es que para cifrar un archivo y mandarlo debemos encriptarlo con la llave pública de nuestro destinatario de igual modo que si se tratara de un mensaje... Ya que cómo hemos visto antes la comunicación cifrada se basa en: Se cifra con la llave pública del destinatario y se descifra con la privada de quien recibe el mensaje.
Para cifrar un archivo, seleccionamos este en el directorio donde se encuentre, pulsamos encima con el botón derecho y seleccionamos acciones – cifrar archivo. Emergerá una ventana con varias opciones, entre ellas si queremos comprimirlo (esto nos permitirá poder mandar un directorio y no tener que comprimirlo antes), cifrarlo, firmarlo y si queremos eliminar el archivo original después de cifrar. Esta opción depende de lo que queramos, ya que si queremos mantener el original después de mandarlo, debemos tener en cuenta que desde el momento que lo ciframos con la llave de otra persona nunca más podremos abrirlo ya que no dispondremos de su llave privada para descifrarlo.
Clicaremos en Siguiente y escogeremos el certificado (llave) con el que encriptar el archivo. Marcaremos Cifrar y ya lo tendremos cifrado y listo para mandar.Veremos que la extensión del archivo es .gpg, mientras que las extensiones de las llaves son pub.asc si es pública, o pub. sec.asc si es el par de llaves pública y secreta.Con Kleopatra también podemos de esta forma, cifrar archivos dentro de nuestro PC y tenerlos guardados con la confianza de que nadie los pueda ver, siempre y cuando la contraseña sea buena (aunque a estas alturas ya lo serán, no?)
Una pequeña desventaja que tiene Kleopatra, es que Enigmail permite crear los pares de llaves con mayor cantidad de bits. En Enigmail llega a 4096 bits, mientras que Kleopatra alcanza 3072.
En Linux también existe Kgpg, normalmente viene incluso por defecto en algunas distribuciones y se encuentra en los repositorios. Lo podemos descargar del Centro de Software y tiene las mismas utilidades que Kleopatra. Como siempre utilizo Kleopatra no me he parado mucho con Kgpg, pero supongo que si no son idénticos, casi lo serán...
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