La seguridad del sistema operativo más utilizado del mundo se ha desarrollado tanto, que hoy en día prácticamente no es necesario instalar ningún otro programa que tenga como cometido luchar contra los virus. Al menos eso es lo que opina un antiguo trabajador de Mozilla e ingeniero, que ha pedido a todos los usuarios que desinstalen cualquier antivirus que no sea Windows Defender de sus ordenadores.
Hace 17 años, al comprar un ordenador nuevo, los vendedores siempre intentaban colar un antivirus en la factura. Y era muy difícil decir que no. Era la época del virus ILoveYou, que infectó a más de 50 millones de equipos y se propagó a través del correo electrónico. Sus víctimas perdían toda la información almacenada en sus discos duros, por lo que el tremendo daño que causó creó el caldo de cultivo perfecto para que las empresas de antivirus hicieran su agosto.
Con el paso de los años, las grandes desarrolladoras de software y de sistemas operativos, como Microsoft, fueron haciendo suya la tarea de combatir contra las amenazas informáticas. Por ejemplo, el navegador Internet Explorer, que hace tres lustros era un coladero de malware, fue mejorando poco a poco hasta convertirse hoy en día en Edge, una herramienta mucho más fiable. Además, las sucesivas versiones de Windows han ido fortaleciéndose y tapando los agujeros que aprovechaban los hackers. Incluso Windows incluyó de serie un antivirus, el Defender.
En declaraciones concedidas a ZDNet, Robert O’Callahan defiende que nadie que tenga un ordenador con un sistema operativo más moderno que Windows 7 debería tener uno de estos programas instalados en su disco duro. Según él, este tipo de software no solo consume muchos recursos del sistema, sino que también crea un campo de inseguridad que puede ser aprovechado por los hackers para atacar.
Y O’Callahan no es el único que piensa así. Wl ingeniero de seguridad de Chrome Justin Schuh asegura que los antivirus son el peor compañero posible para el navegador de Google, ya que no se ha demostrado que protejan mejor a los ordenadores modernos, y sí que parecen ser un hervidero de bugs y de fallos que pueden ser aprovechados por los ciberdelincuentes.
Para O’Callahan, las denominadas suites de seguridad -conjunto de programas que protegen la memoria, el disco duro y vigilan las conexiones de los equipos- pueden llegar a romper o entrar en conflicto con los sistemas de seguridad de su navegador, comprometiendo su funcionamiento. Un ejemplo de ello podría ser el bloqueo de actualizaciones de seguridad urgentes. Por eso recomienda desinstalar todos excepto Windows Defender.
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