
La primera y más destacada diferencia es el enfoque porque, por ejemplo, una cuña de radio se emite en una franja horaria con más o menos audiencia, con una duración concreta (cada segundo vale su peso en oro) y, si hay suerte, puede que algún oyente esté en ese momento de su vida buscado ese servicio que se le ofrece, puede que ese oyente pueda anotar el teléfono o el nombre o algo del anunciante, y puede que se moleste en contactar para ampliar información.
Si esto fuese un tribunal, se tendrían que dar el motivo, la oportunidad y el medio es esos 15 segundos de radio para tener la posibilidad de un cliente.
Por otra parte, el posicionamiento natural es una forma de mejorar la visibilidad de un servicio que ofrecemos, para un tipo de cliente en concreto, ofreciendo la información necesaria para captar la atención del visitante… o sea, nos mostramos cuando un cliente nos busca ofreciendo lo que el cliente necesita y proporcionando los medios para que amplíe información de la manera que quiera.
En prensa se dispone de poco espacio pero, por contra, el lector puede revisar sin prisa la escasa información que se le proporciona, pudiendo anotar el teléfono, dirección, etc aunque, obviamente, sigue siendo un visitante accidental el que, por casualidad, tropieza con nuestro anuncio.
anuncios en internetEn este tipo de marketing online (prensa, radio, etc…) es como poner una cámara enfocando a una portería de futbol, esperando que los jugadores pasen frente a ella y podamos ver algún gol).
Por eso las diferencias estadísticas son tan poco útiles, porque cuando se dice que tu anuncio del periódico llega a un millón de lectores, se refieren a que esas personas compran el periódico, algunas para leer y otras no, algunas pasaran por tu anuncio y lo mirarán y, muy rara vez, ese lector tendrá una necesidad que su empresa ofrezca mientras que, media docena de visitas procedentes de google, de personas que han realizado la consulta “Gestorías en Madrid” se considera un tráfico mucho más valioso ya que son ellos los que te han encontrado para satisfacer su necesidad y, a partir de ese momento, queda en tus manos convencerlos de que eres el más bueno, bonito y barato… pero esa ya es otra historia.
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