
Verte y sentirte bien aumentará tu seguridad y, quizás, también tu productividad.
Hoy en día es bastante fácil identificar a un abogado, un banquero, un barista o un artista digital según la manera como visten. Algunos compañeros de trabajo se concentran en estar a la última moda, mientras que a otros su apariencia les preocupa menos. No importa dónde te ubiques en este espectro, es importante pensar por lo menos en la imagen que quieres dar en la oficina. He aquí siete ideas para ayudarte a verte de lo mejor en el trabajo.
Cuídate la piel todos los días
Las luces de la oficina pueden afectar los tonos de la piel y acentuar las ojeras. Si ese es el caso en donde trabajas, solo te queda por aceptarlo. Al menos sabes que en la oficina todos están en las mismas.
Lo que en realidad puede ayudar es crear un buen régimen para tener una piel impecable y de apariencia saludable. Recuerda limpiarte la cara en la mañana y en la noche e invierte en una mascarilla facial de buena calidad para usarla a mediados de la semana para así mantener la piel radiante.
Toma un descanso
Es probable que no te veas de lo mejor en el trabajo si pasas todo el día encerrada. Sigue la regla de oro y usa bloqueador solar y trata de salir a tomar un breve receso. Y no, salir a fumar no cuenta. Darle la vuelta a la cuadra puede hacer una enorme diferencia en tu piel.
Párate y ponte en movimiento
Si no tienes tiempo para tomar un descanso, Samantha Clayton, experta en condición física, recomienda caminar al escritorio de tu colega en vez de mandar un correo electrónico. Ella recomienda el movimiento y yo recomiendo la interacción frente a frente.
Y eso no es todo: Al hablar, reír y hacer gestos, tus colegas te encontrarán más accesible y evitarás perderte entre el mobiliario.
Aparta la vista de la computadora
Fijar el monitor de la computadora durante horas no nos ayuda a vernos de lo mejor en la oficina. Hazte un favor: aparta regularmente la vista del monitor y tus ojos y tu trabajo se beneficiarán.
Cuida tus manos
Sigo insistiendo en la importancia de la hidratación. Ten en tu escritorio una crema humectante para las manos y recuerda usarla.
Si no te gusta la sensación de tener las manos grasosas, entonces intenta esta técnica: echa un poco de crema humectante en el dorso de la mano y usa el dorso de la otra para aplicarla frotando. Con este método evitarás tener crema humectante en el teclado, el mouse y el teléfono.
Mantente hidratada
Consulta la política de tu oficina y mira si está permitido usar un mini humidificador. El humidificador te ayudará a combatir el aire seco, el cual es un efecto secundario común del aire acondicionado constante. Si no está permitido llevar aparatos eléctricos, deja la tecnología de lado y recuerda tomar agua a lo largo del día para mantenerte hidratada por dentro y por fuera.
Usa la ropa correcta
Que tengas un código específico para vestir en la oficina o que puedas relajarte con un look más informal, asegúrate de que siempre estés cómoda. Si llevas tirantes que se encajan o si no puedes caminar con esos zapatos, escoge otro atuendo. No importa qué bien luzca tu ropa cuando te la pones por la mañana, no te verás de lo mejor en el trabajo si todo el día estás distraída e incómoda.
Deshazte de lo que esté desgastado. Esto puede resultar difícil si te gusta la prenda, pero llevar ropa que esté raída o un poco desgastada no te ayudará a causar una buena impresión. No necesitas gastar un ojo de la cara para verte de lo mejor en el trabajo, pero mantén tu ropa limpia, planchada y bien arreglada.
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