
Sabes por qué debes estar activo, pero ya es hora de difundir tus conocimientos y ayudar a tus amigos y familia a que se pongan en acción. Cuando dedicas tu tiempo y energía a mejorar tu salud, a menudo los resultados son visibles y todos los notan.
Tu mayor confianza, tu mejor imagen corporal y tu piel reluciente podrían ser lo que necesiten ver para convencerse. Pero para tus amigos y familiares que están renuentes a ponerse activos, quizás necesites usar otras tácticas de convencimiento para ayudarles a ponerse en movimiento.
Todo es cuestión de escoger el buen momento
Justo después de una sesión de ejercicios es el momento perfecto para hablar con algún amigo de lo bien que te sientes. Trata de reunirte con ellos o de llamarles justo después de tu sesión de ejercicios. La carga de energía que tienes inmediatamente después es muy natural, así que oirán o sentirán la energía positiva que irradias y les compartirás tu entusiasmo. Es el momento perfecto para invitarlos a que te acompañen en tu siguiente sesión en el gimnasio para entrenar junto con ellos.
El ejercicio puede ser terapéutico
Sé un buen amigo con alguien que podría sentirse estresado o deprimido. Diles que serás el oyente perfecto al llevarlos a una caminata y a tomar aire puro. Contar con un compañero de ejercicio no significa necesariamente que tengas que estar encerrado en un gimnasio. Cuéntales a tus amigos que el camino para estar de mejor humor puede ser tan sencillo como salir al aire libre y estar activo. Al estar activo, se estimula la liberación de hormonas naturales en tu cuerpo que te hacen sentirte mejor.
Retomen el buen camino
Si tú y tus amigos van a una fiesta y se exceden bebiendo, puedes sugerirles continuar la fiesta a la mañana siguiente con una sesión de ejercicios o un desayuno saludable para retomar el buen camino. Es posible que a tus amigos no les agrade la idea de levantarse temprano después de haber salido la noche anterior, pero una vez que estén despiertos y listos, te lo agradecerán. Hasta podrías encontrar a un compañero de ejercicio habitual para los fines de semana gracias a esta sugerencia.
Sé la motivación
Con mucha frecuencia nos da gusto ayudar a un amigo a motivarse para hacer ejercicio, pero no conservamos ese ímpetu cuando se trata de nosotros mismos. Si sientes que necesitas un compañero para el gimnasio para mantener la motivación, pídele a algún amigo que no esté activo que te acompañe y te apoye. Le ayudarás a ponerse en movimiento y te mantendrá en movimiento. Sé que mucha gente tiende a sentirse atraída por los amigos versados en el ejercicio cuando necesitan motivarse, pero un amigo que no esté activo puede darte también mucho apoyo. Podría motivarles para moverse y mejorar también sus propios hábitos.
Comparte tu historia
Cuando empiezas a vivir una vida activa y sana, tus amigos podrían preocuparse o sentirse amenazados por los cambios que estás haciendo. Si sabes que tu nuevo estilo de vida activa podría alejarte de tus amigos habituales y de las actividades de tu familia, trata de comunicarles cuáles son tus metas. Haz un esfuerzo por invitar a un compañero ocasional en el gimnasio a que vaya contigo cada vez que sea posible.
Ponte en forma y a la moda
No hay nada más atractivo que un hermoso atuendo para hacer ejercicio. Una de las mejores maneras de inspirar a un amigo a ponerse activo es llevarlo de compras por ropa y zapatos nuevos para hacer ejercicio. Una vez que encuentre el atuendo perfecto, necesitará una buena excusa para usarlo. En ese momento puedes simplemente sugerir una clase genial de spinning o una caminata que podría intentar junto contigo.
A todos nos motivan factores diferentes. Conforme estás más saludable y en forma, es natural que quieras que todos se enteren y que tus seres queridos y más allegados experimenten los mismos sentimientos positivos. En mi experiencia, si realmente quieres ayudar a que las personas en tu vida adopten hábitos más sanos, debes mantener tus pensamientos y opiniones muy positivos y alentadores. A nadie le gusta que le digan que su estilo de vida es malo. Para convencer a un amigo que sea tu compañero en el gimnasio, utiliza una persuasión suave. Convence a tu familia y amigos con ideas positivas y divertidas que les ayuden a lograr cambios en su salud a largo plazo y a su propio ritmo.
Viene a mi mente el dicho, “Puedes darle un consejo a alguien pero no puedes obligarlo a que lo siga”. La cita que tengo para que la lleven con ustedes es: “Si sigues dando el ejemplo, a la larga tus seres queridos te acompañarán”.
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