
Uno de los aspectos más entretenidos de mi trabajo es que cuando conozco a nuevos clientes que están perdiendo peso, nunca sé dónde terminará la conversación. Por lo general comienzo con un poco de historia. Quiero saber cuánto ha sido lo máximo y lo mínimo que han pesado, qué los motiva a comer mejor y a ponerse en forma, y también lo que ha funcionado y lo que no ha funcionado para ellos en el pasado a la hora de perder peso.
A partir de ese momento, puedo comenzar a descifrar cuánto esfuerzo cada cliente está dispuesto invertir y cuáles son sus expectativas. Luego armamos un plan de dieta que funcione para ellos. Pero yo no puedo solamente decirle a alguien lo que tienen que hacer, yo necesito ayudarlos a descubrir cómo hacerlo. Trabajamos juntos para descubrir la mejor dieta para ellos.
¿Un mismo método funciona para todos?
Cuando se trata de perder peso, un método no funciona para todas las personas. Todas las personas son diferentes, y tengo que tomar en consideración los alimentos que les gusta a algunas personas y los que no son de su agrado. También necesito saber sobre su día, si les gusta cocinar o no, si el costo de los alimentos es un problema, a qué hora hacen ejercicio, cuán a menudo comen fuera de casa (y dónde). Existen muchos factores que tengo que tomar en consideración antes de darle un consejo a una persona.
¿Debes asumir todas las indicaciones de una sola?
Luego tengo que considerar lo que mis clientes quieren, o creen que quieren. Muchas personas gustan de un enfoque estricto, y por lo general deciden enfrentar todo de un solo tiro. He tenido clientes que han decidido, de forma simultánea, perder peso, comenzar a ejercitarse y dejar de fumar. Es bastante lo que tienen que abordar, pero puede funcionar. Puede que sea la idea de comenzar desde cero y tener un nuevo comienzo, algo como “hoy es el primer día del resto de tu vida”. Muchas veces cuando trabajas en una sola meta, puede reforzar otros cambios que estás tratando de hacer, algo como “si estoy tratando de perder peso no tiene sentido que siga fumando”.
Cuando enfocarse en todo de una sola no funciona es porque el proceso se convierte en algo abrumador. Cuando existen muchos cambios y demasiados ajustes que realizar, muchas personas simplemente se dan por vencidas y no consiguen nada.
O, ¿eres una de las personas que quieren tomar los cambios más despacio?
Por otro lado, existen aquellos que tienen un enfoque más conservador. Ellos quieren tocar el agua antes de mojarse por completo. Pueden realizar algunos cambios, establecer los cambios por completo, hacerlos parte de su rutina y luego realizar otros cambios. Con el tiempo logran acumular una lista grande de cambios en su dieta y estilo de vida. Ya que ellos se toman el tiempo para acostumbrarse al cambio, por lo general están en una posición buena para continuar.
Descifrar lo que funciona para ti te ayudará a desarrollar una dieta y un estilo de vida saludable
El punto es el siguiente: existen muchos caminos que te llevan al mismo destino. Algunos son cortos y directos, otros más largos. Ninguno es necesariamente mejor que el otro.
De la misma forma que lo hago con mis clientes, tienes que pensar en lo que puedes conquistar. Si odias cocinar o no tienes tiempo, no tienen sentido adoptar una dieta que necesites cocinar todas las comidas en casa. Si no te acuerdas la última vez que comiste frutas o verduras, ¿tiene sentido pensar que vas a comer siete porciones de frutas o verduras al día? Puede ser que no.
Pero recuerda lo siguiente: la forma que escojas comer, la cantidad de actividad que realices, el estilo de vida que adoptes, son tuyos, y tú eres el dueño de ellos. También tienes que aceptar los resultados que obtengas como producto de tus decisiones. Pero eso no significa que si vas despacio, pero a un ritmo constante, no puedes ganar. Porque la mejor dieta no es aquella que realiza tu amigo, es aquella que funciona para ti.
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