Cada vez más personas cuentan con televisores inteligentes en casa. Según Statista –portal de estadísticas online– en 2018 se vendieron más de 114 millones de estos equipos alrededor del mundo. De acuerdo a la publicación de IHS Markit –proveedores de información y datos financieros–, esta magnitud representaría el 70 % de todos los televisores vendidos durante ese año.
La demanda de estos equipos es evidente, debido a que los Smart TV cuentan con mayores funcionalidades que un televisor tradicional. Destacan por su conexión a internet y la calidad de su pantalla, que permite ver programas en alta definición. Sin embargo, estos aparatos solicitan datos personales a sus usuarios, algo que los convierte en un potencial objetivo en el mundo del cibercrimen, ya que cualquier dispositivo conectado a internet corre el riesgo de ser infectado por alguna amenaza.
Los delitos cibernéticos son una forma emergente de delincuencia transnacional y su número va en aumento. Los creadores de malware (malicious software) crean programas con el fin de materializar sus objetivos criminales. Estos ciberdelincuentes intentan introducir virus informáticos y programas troyanos que pueden:
- Robar los códigos de acceso de tu cuenta bancaria.
- Promocionar productos o servicios en el dispositivo de la víctima.
- Utilizar ilegalmente los recursos de un dispositivo infectado para desarrollar y ejecutar campañas de spam y ataques a la red distribuidos (llamados ataques DDoS).
- Operaciones de chantaje.
Hay que tener en cuenta que se trata de un dispositivo que pasa mucho tiempo encendido y en el que, además, conectamos otros aparatos adicionales, lo que significa mayor información. Esto lo tienen claro los cibercriminales. Por suerte, existen métodos con los que puedes proteger tu Smart TV, y en este artículo vamos a explicar cómo hacerlo para que no pases por experiencias desagradables.
Configurar correctamente el Smart TV
Como cualquier otro equipo, los Smart TVs cuentan con un distintas configuraciones y opciones que se pueden modificar. Tener algunos parámetros configurados correctamente aumentará la seguridad y la privacidad. Algunas aplicaciones instaladas exigen información de los usuarios, pero esto se puede evitar si entras a la opción de privacidad.
Mantener el dispositivo actualizado
Es preciso activar las actualizaciones automáticas como medida de protección. De esta manera, siempre contarás con la última versión. Un aspecto a tener en cuenta es que muchos modelos no actualizan el firmware de forma automática, por lo que debes estar atento a posibles actualizaciones.
Atento a las descargas de aplicaciones y complementos
Instalar programas y demás complementos permite aprovechar más los recursos del Smart TV. Sin embargo, se debe tener precaución y hay que asegurarse bien sobre qué estamos instalando. Se recomienda instalar aplicaciones desde sitios oficiales y evitar páginas de terceros cuyo software puede haber sido modificado de forma maliciosa, lo que afectaría a tu seguridad.
La protección empieza en el router
Lo común es que el Smart TV esté conectado al router, de lo contrario, no tendrías acceso a internet. Es por ello que la protección empieza en este aparato. Esto quiere decir que debes contar con una contraseña compleja. De este modo, evitarás que los cibercriminales accedan a la red y, por tanto, puedan tener acceso a tu información.
Cuidado con el navegador y las páginas visitadas
Es recomendable evitar páginas con aspecto inseguro y que no brinden confianza. Debes tener cuidado con el navegador, las páginas que visites y los servicios de streaming, pues son sitios por los que es común la entrada de malware en este tipo de aparatos electrónicos.
En caso de ser víctima de un ataque, cuantos menos dispositivos se encuentren conectados, mejor, porque así se reducirá el número de datos o información que se pueda extraer. Posteriormente, debes ponerte en contacto con el servicio técnico para encontrar una solución al problema.
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