Vamos a hablar de la parte de la variedad en primer lugar. Los seres humanos anhelamos la variedad. Hemos evolucionado en un entorno invadido por una gran variedad de alimentos vegetales, insectos y criaturas salvajes en tierra y mar. Al ansia de consumir productos de este panorama comestible era el modo que tenía la naturaleza de garantizar que se cubriesen nuestras necesidades nutricionales.
Hoy en día, seguimos teniendo esa misma ansia. Nos iría bastaría con limitarnos a elegir de entre una serie de plantas comestibles y animales salvajes. Pero no es el caso. La variedad de alimentos que podemos elegir es muy excesiva. No todos son saludables y hay estudios que demuestran que, cuantas más opciones tenemos, más comemos. Por lo tanto, una mayor variedad puede llevar a una dieta sana y equilibrada, pero el primer requisito para ello es elegir de entre una serie de alimentos saludables.
¿Qué quiere decir "equilibrio"? ¿Significa que se puede equilibrar un alimento relativamente poco saludable con otro saludable? ¿Equilibran las características nutricionales positivas de un pomelo las negativas de una porción de tarta de chocolate?
Esta idea de que todo encaja en una dieta equilibrada se puede demostrar bastante bien si planificas la dieta de un día en papel. Podrías planificar una comida rápida no muy saludable a base de hamburguesa y patatas fritas y equilibrarla con una cena y un desayuno muy saludables. Y, si hiciste así los cálculos de calorías y nutrientes para un día, quizá no tenga tan mala pinta. Si eliges bien los alimentos para el desayuno y la cena, seguramente podrías tener controladas las calorías y grasas del día e incluso cubrir gran parte de tus necesidades nutricionales.
Pero, ¿quién come así? Estoy segura de que la mayoría de las personas que optan por comida rápida a mediodía elegirán algo muy parecido para la cena. Y no me parece muy probable que una persona que opta por pescado a la plancha y ensalada de col rizada para la cena se ponga a hacer cola con el coche para comprar comida rápida.
La moderación suele interpretarse como no comer demasiado en general, pero afecta especialmente a los alimentos extras que no aportan más que calorías, como las grasas, los dulces y el alcohol. Hay personas que ponen en práctica la moderación de maravilla. Por ejemplo, puede que guarden una caja de galletas en el armario de la cocina sin perder el control y comerse la caja entera.
Sin embargo a otras personas, les resulta inconcebible comerse una sola galleta. Una galleta siempre llevará a otra y a otra más Esa gente nunca podrá aprender a moderar su ingesta y quizá les vaya mejor evitando completamente la tentación. Y, para empezar, mejor no llevar galletas a casa.
Entonces, ¿hay alimentos malos o simplemente dietas malas? En mi opinión, tenemos un poquito de ambas cosas. Tengo mi propia lista personal de alimentos que considero "malos" y seguramente tú también tendrás una lista. Tomar o no esos alimentos, y con qué frecuencia, es una decisión personal. Pero, si acumulas bastantes alimentos malos en el plato, obtendrás una mala dieta.
Al final, hay que esforzarse por comer lo mejor posible tan menudo como sea posible. La variedad debe proceder, en su mayor parte, de una serie de alimentos saludables que están a tu alcance. El equilibrio no debe consistir tanto en compensar los alimentos "malos" con los "buenos", como en conseguir un equilibrio nutricional adecuado. Esto significa darle a tu cuerpo lo que necesita para mantenerse sano: proteínas magras, buenas fuentes de hidratos de carbono como la fruta, las verduras y los cereales integrales y cantidades moderadas de grasas beneficiosas.
No quiere decir que no podamos darnos un gustazo de vez en cuando. Sin embargo, del mensaje de equilibrio y moderación, esta última es probablemente la parte más difícil de poner en práctica. Es difícil tomar sólo lo que necesitas cuando estás rodeado de tentaciones.
Por Susan Bowerman, Directora Sénior Mundial de Educación en Nutrición y Formación. Susan es consultora contratada por Herbalife.
Hoy en día, seguimos teniendo esa misma ansia. Nos iría bastaría con limitarnos a elegir de entre una serie de plantas comestibles y animales salvajes. Pero no es el caso. La variedad de alimentos que podemos elegir es muy excesiva. No todos son saludables y hay estudios que demuestran que, cuantas más opciones tenemos, más comemos. Por lo tanto, una mayor variedad puede llevar a una dieta sana y equilibrada, pero el primer requisito para ello es elegir de entre una serie de alimentos saludables.
¿Qué quiere decir "equilibrio"? ¿Significa que se puede equilibrar un alimento relativamente poco saludable con otro saludable? ¿Equilibran las características nutricionales positivas de un pomelo las negativas de una porción de tarta de chocolate?
Esta idea de que todo encaja en una dieta equilibrada se puede demostrar bastante bien si planificas la dieta de un día en papel. Podrías planificar una comida rápida no muy saludable a base de hamburguesa y patatas fritas y equilibrarla con una cena y un desayuno muy saludables. Y, si hiciste así los cálculos de calorías y nutrientes para un día, quizá no tenga tan mala pinta. Si eliges bien los alimentos para el desayuno y la cena, seguramente podrías tener controladas las calorías y grasas del día e incluso cubrir gran parte de tus necesidades nutricionales.
Pero, ¿quién come así? Estoy segura de que la mayoría de las personas que optan por comida rápida a mediodía elegirán algo muy parecido para la cena. Y no me parece muy probable que una persona que opta por pescado a la plancha y ensalada de col rizada para la cena se ponga a hacer cola con el coche para comprar comida rápida.
La moderación suele interpretarse como no comer demasiado en general, pero afecta especialmente a los alimentos extras que no aportan más que calorías, como las grasas, los dulces y el alcohol. Hay personas que ponen en práctica la moderación de maravilla. Por ejemplo, puede que guarden una caja de galletas en el armario de la cocina sin perder el control y comerse la caja entera.
Sin embargo a otras personas, les resulta inconcebible comerse una sola galleta. Una galleta siempre llevará a otra y a otra más Esa gente nunca podrá aprender a moderar su ingesta y quizá les vaya mejor evitando completamente la tentación. Y, para empezar, mejor no llevar galletas a casa.
Entonces, ¿hay alimentos malos o simplemente dietas malas? En mi opinión, tenemos un poquito de ambas cosas. Tengo mi propia lista personal de alimentos que considero "malos" y seguramente tú también tendrás una lista. Tomar o no esos alimentos, y con qué frecuencia, es una decisión personal. Pero, si acumulas bastantes alimentos malos en el plato, obtendrás una mala dieta.
Al final, hay que esforzarse por comer lo mejor posible tan menudo como sea posible. La variedad debe proceder, en su mayor parte, de una serie de alimentos saludables que están a tu alcance. El equilibrio no debe consistir tanto en compensar los alimentos "malos" con los "buenos", como en conseguir un equilibrio nutricional adecuado. Esto significa darle a tu cuerpo lo que necesita para mantenerse sano: proteínas magras, buenas fuentes de hidratos de carbono como la fruta, las verduras y los cereales integrales y cantidades moderadas de grasas beneficiosas.
No quiere decir que no podamos darnos un gustazo de vez en cuando. Sin embargo, del mensaje de equilibrio y moderación, esta última es probablemente la parte más difícil de poner en práctica. Es difícil tomar sólo lo que necesitas cuando estás rodeado de tentaciones.
Por Susan Bowerman, Directora Sénior Mundial de Educación en Nutrición y Formación. Susan es consultora contratada por Herbalife.
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