La diferencia entre actividad y ejercicio
Para explicarlo de manera sencilla, la actividad física consiste en movimientos corporales que implican la contracción de los músculos. Todas las actividades que hacemos a lo largo del día y que implican movimiento, como andar, levantar peso o hacer la limpieza, son ejemplos de actividad física. La mayoría de las personas realizan unas cuantas actividades físicas cada día sin siquiera darse cuenta. Por ejemplo, cocinar de pie o salir a echar una carta al buzón requieren de un movimiento básico.

Quizás te parezca interesante escribir una lista mental de actividades físicas que llevas a cabo cada día sin pensar en ellas la mayoría de las veces. Puede que te sorprenda lo larga o corta que es tu lista.
Ejercicio
El ejercicio es un tipo específico de actividad física que se planifica, persigue un fin concreto y se realiza con la intención de obtener adaptaciones específicas en el cuerpo, como por ejemplo, fortalecer los músculos, aumentar la flexibilidad o mejorar la función cardiovascular. Bailar, nadar, montar en bici y correr son ejemplos de ejercicio.
¿Haces ejercicio o una actividad?
Puede haber una fina línea entre ambos conceptos, así que la mejor manera de averiguar si estás haciendo ejercicio o una actividad es intentar hablar al mismo tiempo.
- Si puedes hablar con facilidad al mismo tiempo, solamente estás haciendo una actividad.
- Si necesitas recuperar el aliento y hablar te resulta complicado, entonces estás haciendo ejercicio
Echa un vistazo a estos cuatro componentes de la forma física y entenderás por qué hacer ejercicio es tan importante como hacer actividades:
1. Resistencia cardiorrespiratoria
2. Fuerza muscular
3. Resistencia muscular
4. Flexibilidad
Aunque todos estos componentes de la forma física se pueden compaginar con un estilo de vida físicamente activo, un plan de ejercicio te ayudará a conseguir aún mayores beneficios.
Cómo dar los primeros pasos con un plan de ejercicio
Aumentar la cantidad de actividad física en tu día a día es la manera perfecta de empezar el proceso hacia una versión más sana, feliz y energética de ti mismo. Pero, si de verdad quieres mejorar tu forma física, te conviene incorporar a tu plan actividades estructuradas más dinámicas algunos días de la semana.
La clave para llevar un estilo de vida saludable y activo es ir paso a paso. Intenta elegir actividades con las que disfrutes mucho. Con el tiempo, puedes aumentar la intensidad y quizás la duración. Recuerda que tu cuerpo es único y que comprender tus necesidades en materia de salud (no las de los demás) te mantendrá en el buen camino hacia una vida saludable.
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