Los conductores tienen prohibido conducir en estado de ebriedad: alcohol, drogas u otros. La violación de esta regla de tránsito está sujeta a responsabilidad administrativa y penal.
La responsabilidad por conducción en estado de embriaguez e infracciones conexas se produce en caso de que el hecho probado del uso de sustancias que causen intoxicación alcohólica, que se determina por la presencia de alcohol etílico absoluto en una concentración superior al posible error total de medición, a saber, 0,15 miligramos por litro de aire exhalado, o en caso de presencia de estupefacientes o sustancias psicotrópicas en el cuerpo humano.
Por la conducción reiterada en estado de ebriedad por parte de una persona sujeta a sanción administrativa por un hecho similar, o el incumplimiento del requisito legal de que un funcionario se someta a un reconocimiento médico por intoxicación, la responsabilidad penal está prevista.
Las multas por alcoholemia
Como es evidente, dependerá del resultado que hayas obtenido en el test, algo que, por supuesto, es obligatorio:
- Límite legal para conductores profesionales y noveles: 0,15 mg/l en aire espirado y de 0,3 g/l en sangre.
- Límite legal para conductores y ciclistas: 0,25 mg/l en aire espirado o de 0,5 g/l de alcohol en sangre en conductores normales y ciclistas.
- Límite penal: 0,60 mg/l.
Ahora que hemos recordado el margen de tolerancia que establece la ley, vamos con las sanciones que te pueden colocar si conduces al volante tras haber ingerido alcohol.
- Entre 0,26 mg/l y 0,50 mg/l: sanción económica de 500 euros y cuatro puntos menos en el carnet.
- Entre 0,50 mg/l y 0,60 mg/l: multa de 1.000 euros y la pérdida de seis puntos.
- Más de 0,60 mg/l: ya es un delito penal. Por ello, el infractor se puede enfrentar a una condena de entre tres y seis meses de prisión, de seis a doce meses de multas económicas o de trabajos en beneficio para la comunidad y a la pérdida del carnet de conducir durante un período que puede ir de uno a cuatro años en tal caso necesitara un abogado para alcoholemia.
- Negarse a realizar las pruebas de alcoholemia: según el artículo 383 del Código Penal es un delito que se puede castigar con cárcel (entre seis meses y un año) y la retirada del permiso de conducir entre uno y cuatro años.
¿Cómo se define la embriaguez?
Después de detener el automóvil, el policía de tránsito tiene derecho a impedir que el conductor conduzca si sospecha que está bebiendo alcohol o este en estado de estado de ebriedad. Las sospechas se consideran justificadas en presencia de los siguientes signos:
- El olor a alcohol
- Discurso incoherente
- Comportamiento inapropiado
- Coordinacion pobre
- Color de piel poco saludable
- Estar nervioso.
Una de estas señales es suficiente para la suspensión. Después de eso, el conductor se somete a un examen inicial: se lo controla en un alcoholímetro si soplas y das 0,25 miligramos por litro en aire espirado,. El procedimiento se lleva a cabo dos veces con un intervalo de 10 minutos desde la primera y que es obligatoria para todo aquellos que dan una cifra superior a la máxima.
¡Importante! El alcoholímetro debe estar certificado y sellado antes de medir la presencia de alcohol. El inspector deberá redactar debidamente un acta que acompañe a la prueba.
Esta nueva prueba, que será la definitiva, se realiza en una furgoneta dedicada especialmente a este tipo de controles y que cuenta con un etilómetro en su interior. Básicamente, es un dispositivo de mayor tamaño que el anterior y que imprime en papel la información registrada, es decir, la tasa de alcohol y los datos del conductor.
En algunos casos, un examen se lleva a cabo inmediatamente en laboratorios asociados:
- Si el conductor se niega a ser controlado in situ;
- Si el conductor no está de acuerdo con los resultados de la verificación;
- Si el policía de tránsito continúa sospechando que el conductor bebe alcohol con resultados de prueba aceptables.
Al enviar para un examen médico, se elabora otro protocolo. En el hospital, el conductor también puede ser examinado para detectar la presencia de otras sustancias prohibidas en la sangre. En este caso, el inspector se compromete a entregar allí al conductor. El coste de dicho test correrá a cargo del conductor, en caso de dar positivo, o de la administración pertinente, en el caso contrario.
Si se confirma la presencia de alcohol en el cuerpo o el conductor se niega a ser examinado, el automóvil del infractor irá al depósito de incautación y el resultado elaborado se someterá a la consideración del tribunal.
¡Importante! Solo un tribunal puede condenar a un conductor por un delito.
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